Artista italiano que trabajo como grabador, impresor y editor. Oriundo de Villa Lagarina próximo a Trento, Italia. Estuvo activo en Venecia y desde 1559 trabajó en Roma.
Nacido en el seno de una familia española, hijo de pintor, Rafael Pérez Barradas sale de Montevideo en 1911 en dirección a Europa, estableciéndose primero en Italia (Génova y Milán), donde conoce a Marinetti. Más tarde marcha a París, de donde sale en 1914 hacia Barcelona, deteniéndose en 1915 en Zaragoza. Ya en la Ciudad Condal, Barradas se gana la vida ilustrando libros para varias editoriales. Allí conoce a su compatriota Joaquín Torres–García, con quien comparte exposición en las galerías Dalmau. En 1918 presenta en las galerías Layetanas la exposición de lo que él llama Vibracionismo: una interpretación propia y renovadora del dinamismo futurista. Ese mismo año presenta el “Manifiesto Ultraísta” junto con Norah Borges, Paszkiewicz, Jahl, los Delaunay, Vázquez Díaz y Bores. Este grupo, pionero de la vanguardia en España, se expresaba en medios gráficos mediante ilustraciones, o a través de las veladas ultraístas. Barradas colaboró activamente en el grupo participando junto a Miró en las ilustraciones de la revista “Arc Voltaic”. A finales de 1918 se instala en Madrid, donde continúa ilustrando libros, realiza escenografías, vestuarios, carteles, etc. Destacan sus figurines de “El maleficio de la mariposa”, de García Lorca, y las ilustraciones de la revista de Guillermo de Torre “Reflector”. Colabora con revistas como “Alfar”, “Ultra” y “Tableros” y en 1923, con la salud quebrantada, decide marcharse unos meses a Luco de Jiloca, en Teruel, donde iniciará su serie de Los Magníficos. Tras una estancia en Hospitalet de Llobregat, donde funda el Ateneíllo, escuela–taller donde acuden Dalí, Buñuel y García Lorca entre otros, Barradas regresa a Uruguay en 1928, falleciendo en Montevideo en 1929.
FUENTE: Museo Patio Herreriano
Formado en Nápoles, el pintor y grabador de origen italiano Giuseppe de Nittis se estableció en París en 1868. Allí se hizo amigo de muchos de los artistas impresionistas como Monet, Renoir, Mosisot, Sisley, Pisarro,....pero especialmente con su amigo Edgar Degas.
Cinco de las pinturas de De Nittis se incluyeron en la Primera Exposición Impresionista de 1874. Estaba comprometido con un arte naturalista que exploraba el juego cambiante de la luz. Con frecuencia pintaba escenas de nieve, mostrando figuras solitarias en calles o parques invernales. También se especializó en representaciones de las áreas recién construidas de París y sus suburbios. Bajo la influencia de los grabados japoneses, a menudo dejaba grandes áreas abiertas en sus imágenes, relegando edificios a los bordes.
FUENTE: National Gallery
Hijo de pintor, es la cabeza de una gran familia de artistas que ha pasado a la historia con el nombre de "los Bassano", por su lugar de nacimiento. Jacopo Bassano mantuvo una estrecha relación laboral con sus hijos -Francesco, Girolamo, Leandro y Giambattista- en el gran taller que crearon, lo que produjo un estilo artístico familiar muy característico, tanto temática como técnicamente, de gran éxito. Esto permitió la rápida y amplia difusión, por toda Europa, de los modelos de Jacopo hasta bien entrado el siglo XVII. En sus comienzos, Jacopo pintaba cuadros religiosos, al igual que hicieran más tarde sus hijos. Seguidor de Tiziano, al principio de su carrera, su estilo se hizo enseguida caprichoso y manierista, distinguiéndose, incluso, del propiamente veneciano del segundo tercio de siglo. El conocimiento de la obra de Tintoretto le influyó considerablemente hasta el punto de transformar algo sus figuras, pero sobre todo en el empleo de la técnica y los efectos luminosos de este artista. En una fase avanzada de su vida se especializó en los cuadros de carácter bíblico-pastoral, en los que la realidad humilde y cotidiana domina por doquier y la escena fundamental pasa a segundo término, siendo el pretexto para mostrar, con cierta objetividad, todo un mundo bullicioso y aldeano, que contrasta con el carácter heroico y espectacular de la gran pintura veneciana. De hecho, la acumulación de animales de granja y enseres domésticos al lado de criados o gentes afanadas en su labor, da una imagen de pintura de género, de moda entonces entre los medios burgueses y populares, clientela habitual de Jacopo y de su taller. Esta clientela leía textos tales como la Arcadia de Jacopo Sannazzaro o las Rimas de Francesco Berni, muy alejados de la grandilocuente literatura -de carácter historicista y mitológica- que solía inspirar los cuadros de los grandes maestros venecianos. Esta faceta realista revela a los Bassano como claros predecesores del naturalismo barroco. Son famosas de esta época las series de pinturas compuestas por varios lienzos que salen del taller: El Diluvio, Las Estaciones o Los Meses, sin descuidar las secuencias de motivos del Antiguo Testamento, los temas religiosos en general o las escenas de la Vida de Cristo en particular, tratadas siempre con el aire de inmediatez que registran todas las obras de tan original escuela (Luna, J. J.: De Tiziano a Goya. Grandes maestros del Museo del Prado, National Art Museum of China-Shanghai Museum, 2007, pp. 283-284).
FUENTE: Museo del Prado
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