Pintura de Carlos Ochagavía realizada con técnica mixta.

Obra de este artista riojano, nacido en Varea, pero que, debido a su emigración, ha residido casi toda la vida en Argentina. La obra que aquí nos encontramos es un claro ejemplo de su vida artística, ya que transitó del surrealismo al cubismo con muchísima facilidad. Así organizó sus bastidores a base de figuras en estado de animación o en misteriosos ensueños como el que aquí nos ocupa. La parte central nos recuerda al vástago de un sacacorchos o llave mecánica, que en la mitad superior se flanquea de dos círculos a ambos lados, quizá queriendo reproducir un rostro. En la mitad inferior derecha se ubica un tablero de ajedrez dominado por los colores azules y sobre el cual se pueden ver tres copas de vino tinto. En él solo se pueden ver 35 de los 68 escaques. Por encima de él se puede leer la palabra incompleta BODEG[A]. A diferencia de sus otras obras que se caracterizan por ser ricas en color, en esta predominan los fondos oscuros muy próximos a colores grisáceos y azules apagados.

En el ángulo inferior izquierdo se puede ver la firma del autor y su fecha.