Roma, h. 1499 - Mantua, 01.11.1546
Giulio Pipi, llamado Julio Romano, trabajó con Rafael (1483-1520), primero como discípulo y después como ayudante, y junto a él participó en la decoración de las Stanze vaticanas, en especial la Stanza dell'Incendio (terminada hacia 1517) y las Logge (terminadas en 1519). Tras la muerte de Rafael en 1520, Giulio colaboró con Giovanni Francesco Penni (ca. 1496-post. 1528) en la decoración de la Sala di Constantino en el Vaticano. También realizó los diseños para la Villa Madama por encargo del Cardenal Giulio de Médicis, trabajo que había sido originalmente encomendado a Rafael y que había quedado sin realizar tras su muerte. A partir de octubre de 1524, Giulio trabajó como artista en la corte de Federico II Gonzaga en Mantua donde primero realizó de forma ininterrumpida la construcción y decoración del Palazzo del Té (ca. 1526-35), que constituye un triunfo de la arquitectura y pintura manierista. A partir de 1536, se dedicó durante tres años a la reconstrucción parcial y al embellecimiento del Palazzo Ducale. A raíz de un incendio que tuvo lugar en 1545, Giulio supervisó también la reconstrucción de la catedral de Mantua. Aunque diseñó la decoración del ábside de la catedral de Verona, la negativa de Federico II a concederle un permiso de ausencia de la corte motivó que de la ejecución de dicha obra se encargasen artistas locales. Durante los primeros años de la década de 1540 Giulio diseñó su propio hogar, la Casa Pippi, terminada al parecer hacia 1544, fecha en que la vio Vasari (1511-1574) (Turner, N.: Dibujos italianos del siglo XVI, Museo Nacional del Prado, 2004, p. 66).
Grabador, pintor y dibujante italiano. Fue hijo del orfebre Gaetano Bartolozzi, con el que se formó antes de ingresar en la Academia de Bellas Artes de Florencia. Allí aprendería los rudimentos de su oficio, mostrando especial interés por la miniatura, el pastel y la acuarela y especializándose poco después en la técnica del grabado. Entre 1745 y 1751 trabajó en el taller de Joseph Wagner, célebre grabador y editor veneciano especializado en temas de historia. Durante estos años grabó la obra de artistas venecianos contemporáneos, como Jacopo Amigoni o Pietro Longhi, y de algunos clásicos de la escuela, como Veronés. Se especializó en seguida en la técnica del grabado a modo de lápiz, que le permitía reproducir las sutiles gradaciones de los dibujos al carboncillo del renacimiento y el barroco, aunque también fue un maestro en el procedimiento del puntillado. Con esta técnica llevaría a cabo uno de sus proyectos más ambiciosos: convertir en estampas los dibujos de Guercino que se encontraban en las colecciones venecianas. Gracias al éxito que le reportó este encargo, por mediación de Richard Dalton, bibliotecario del rey Jorge III, fue invitado a Inglaterra para grabar los dibujos de Guercino en la Royal Collection. Nada más llegar al país, en 1764, fue nombrado grabador del rey y cuatro años después se convertía en uno de los fundadores de la Royal Academy, siendo, además, responsable de grabar el diseño que Giovanni Battista Cipriani realizó para el diploma de dicha institución. En 1802 se estableció en Lisboa, donde fue nombrado director de la Academia de Bellas Artes y donde trabajó hasta su muerte. Entre sus proyectos más importantes cabe destacar la serie que realizó sobre la obra Silencio, de Annibale Carracci, las ilustraciones para Las ruinas del palacio del emperador Diocleciano en Espalato (1764, Londres), de Robert Adam, y las que llevó a cabo para Orlando furioso. Asimismo, trasladaría al grabado la obra de creadores contemporáneos, como Angelica Kauffmann, John Singleton Copley o Thomas Gainsborough, contribuyendo de manera decisiva a la divulgación de su obra.
FUENTE: Museo del Prado
Find