Grifo realizado en bronce.
Esta herramienta se utilizaba como vertedor en las labores de trasiego del vino. El grifo que aquí nos encontramos posee una morfología de la manilla tipo cerrojo y está compuesto por un cilindro recto que se acoda en la zona de la boca de vertido, una vez atravesada la llave. La zona de inserción en la barrica presenta una morfología troncocónica y sin acanaladura alguna. Toda la zona de inserción se presenta lisa y pulida debido a su restauración. Tras ella se engrosa para dar paso a un corto cuello que nos conduce a la zona de recepción de la llave. La llave presenta una tipología de cerrojo pero sin pestaña de cierre, es decir, posee forma de corazón invertido. La salida del vino se hacía por medio de una boca que se acoda nada más dejar atrás la llave. En la pestaña frontal posee una segunda boca que se cierra por medio de un tapón roscado que todavía conserva una arandela de caucho.