Medalla realizada en plata con las técnicas del fundido y moldeado.
Marco de plata de un medallón ovalado y liso, a excepción de una moldura estriada, a modo de soga, en el centro de su superficie lateral y en la argolla que le sirve para ser colgado, adornada con contario. Enmarca a ambos lados sendas estampas, una que representa a la Inmaculada con dos ángeles, de factura popular, siguiendo un modelo de Murillo, y otra a la Virgen de la Vid o del Racimo, que reproduce exactamente la parte superior de un grabado del siglo XVIII procedente de Guadalajara, que reproduce Trens, representando a la Virgen del Amparo, el cual se colorea y adorna con sobrepuestos de colores. En esta iconografía la Virgen se muestra con rostrillo, corona imperial y doble aureola de rayos, portando un racimo sobrepuesto en la mano derecha y sujetando con la izquierda al Niño; ambos llevan una banda que cruza el cuerpo, tal y como aparecen en el grabado en el que la Virgen del Amparo, de cuerpo entero flota sobre una nube acomodada a una cepa, simbolizando el prodigioso hallazgo de la imagen o Virgen de la Vid.