Pintura al óleo sobre tablex obra de Menchu Gal.
Obra de la artista guipuzcoana en la que se puede ver representado un retrato de una niña. En él se nos muestra dos de los géneros que más cultivó, el retrato y el paisaje, quedando este último supeditado al primero. En él podemos ver representada a una niña en un paisaje difuminado por los colores verdes del campo y los azules y blancos del cielo. La niña se representa vistiendo un vestido de color blanco rematado en dos tirantes en la parte de los hombros y una falda incompleta en la mitad inferior. La niña sustenta dos racimos de uvas en las manos. Además, ha sido representada llevando pendientes y una diadema roja que le recoge el pelo negro, salvo el flequillo que le tapa parte de la frente. El fondo consiste en un paisaje difuminado con colores verdes rematados en el horizonte por unas silutas de arboles en la margen izquierda y por unas montañas en la derecha de la niña.
El cuadro posee espertis de la Fundación Menchu Gal.